TRINCHERA DIGITAL.-Era un oficial ejemplar el primer teniente muerto de un disparo este domingo durante un operativo para rescatar a varias personas que supuestamente eran rehenes de un familiar que también murió después de dar muerte al agente del equipo Swat cuando trataba de resolver sin derramamiento de sangre el conflicto. El oficial, Juan Vásquez Mercedes dejó en la orfandad tres hijos y era querido entre sus compañeros y entre sus allegados, según se informó al caer la tarde. En ese tenor, sufría un cuadro depresivo por la crisis económica y problemas sentimentales el autor del enfrentamiento donde dio muerte a un primer teniente de la Policía y luego fue acribillado en un populoso sector de la parte este de la capital dominicana.
DETALLES
El cadáver de Cristian Eugenio Medina Méndez, quien murió a tiros después que acribillara al oficial de la Policía, en el sector Los Rosales de la capital dominicana, al cierre de esta información permanecía en la morgue del hospital Marcelino Vélez Santana, en Herrera-zona oeste del Distrito Nacional- a donde fue llevado para los exámenes de rigor en el Inacif que opera en ese centro de salud.
Cristian Eugenio Medina Méndez, de 40 años de edad, se atrincheró en una vivienda y mató a un teniente del equipo táctico Swat de la Policía Nacional, al primer teniente Juan Vásquez Mercedes, quien dejó en la orfandad tres hijos y era considerado un ejemplo entre compañeros de faena y allegados.
Informaciones preliminares dan cuenta de que Medina Méndez murió tras recibir varios disparos de los agentes que, en su segundo intento de penetrar a la casa donde se atrincheró, habían lanzado bombas lacrimógenas al interior de la vivienda como intento por obligarlo a salir del lugar.
En la primera entrada a la vivienda, el agresor disparó contra el oficial policial Juan Mercedes Vásquez, quitándole la vida. Previo a este suceso, el equipo Swat al que pertenecía el agente, había rescatado a unas cuatro personas de la casa, incluyendo a dos niños, que de acuerdo con vecinos eran mantenidos como rehenes por el hombre.
Una hermana del agresor, que se identificó como Ana Medina, explicó a los medios de comunicación que éste venía arrastrando problemas depresivos, económicos y familiares desde hace tiempo, lo que ligado al consumo de alcohol lo agravaba.
Definió como muy incómoda la situación relacionada a su pariente, debido a que en el estado de salud en que se encontraba era normal pensara que todos los que les rodeaban estaban en su contra.
Aunque aclaró que no vive en el lugar y que lleva su vida independiente de lo ocurrido, enfatizó en que trató de llevar a su hermano a un médico para que le tratara esos problemas, pero él se resistía.