TRINCHERA DIGITAL.-Contra vientos y marea y sin hacer caso a las advertencias de China Popular, la presidenta de la càmara de representantes de Estados Unidos, la demòcrata Nancy Pelosi viajò oficialmente a Taiwàn en medio de un creciente ambiente de tensiòn y riesgos de una catàstrofe entre las dos potencias que a su vez pondrìa en peligro de una guerra imprevisible al mundo. La controversial lìder demócrata cumplió con su viaje sin tomar en cuenta sugerencias y advertencia sobre los riesgos de su visita a la isla que China reclama como una de sus provincias.
DETALLES
El diario español, en su versiòn digital publica que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha cumplido con su plan inicial y ha aterrizado este martes en Taiwán pasadas las 22.40 (hora local, las 16.40 de la España peninsular). La visita, que no fue anunciada formalmente y forma parte de su gira iniciada el lunes por Asia-Pacífico, enfurecerá a Pekín y empeorará las ya muy deterioradas relaciones entre las dos principales potencias mundiales.
“La visita de nuestra delegación honra el compromiso inquebrantable de EE UU con la vibrante democracia taiwanesa”, ha tuiteado la política demócrata pocos minutos después de aterrizar. “La solidaridad americana con los 23 millones de taiwaneses es más importante hoy que nunca, en un momento en el que el mundo se divide entre la autocracia y la democracia”, ha agregado. En un artículo publicado en The Washington Post durante su aterrizaje, Pelosi afeó a China su papel en Hong Kong y en Tíbet, así como “el genocidio de la minoría uigur”. “Con este viaje, honramos nuestro compromiso con la democracia: reafirmamos que las libertades de Taiwán, y de todas las democracias, deben respetarse”.
Ambas orillas del estrecho de Formosa han visto cómo aumentaban los efectivos desplegados ante la llegada de Pelosi a la isla. La agencia estatal Xinhua ha anunciado que Pekín llevará a cabo ejercicios militares con fuego real en las inmediaciones de toda la isla, del 4 al 7 de agosto. El Ministerio de Defensa, por su parte, ha expresado que el Ejército Popular de Liberación está “en alerta máxima” y responderá con “una serie de operaciones militares selectivas para defender la soberanía nacional”. Según la agencia AFP, durante el martes se produjeron una veintena de incursiones aéreas chinas en Taiwán.
Ante el aumento de la presencia militar del gigante asiático en las inmediaciones de Taiwán, el Ministerio de Defensa taiwanés ha advertido de que enviará refuerzos a la línea divisoria del estrecho de Formosa para disuadir las “amenazas enemigas”. La isla ha elevado también su nivel de alerta militar. Según medios taiwaneses, varios buques ―un destructor de misiles y una fragata― están desde el lunes cerca de sus aguas. Los dos portaaviones de la Armada china —el Liaoning y el Shandong—se encuentran también navegando en aguas del mar del Sur de China, según el diario oficialista Global Times.
El Ministerio de Exteriores chino ha condenado la visita en un extenso comunicado, por enviar “un mensaje erróneo sobre la independencia de Taiwán a las fuerzas separatistas”. “Solo hay una China en el mundo, y Taiwán es parte inalienable de ella. Y el único Gobierno legítimo es el de la República Popular China”, ha añadido el texto. El país enfatiza que el culpable del aumento de las tensiones y los desafíos en el estrecho son las autoridades taiwanesas y estadounidenses por “cambiar constantemente el estatus quo”. “Completar la reunificación de la patria es una aspiración común de los 1.400 millones de chinos y un deber de todos los hijos e hijas chinos.”
Las redes sociales de la nación más poblada del planeta están plagadas de mensajes nacionalistas. Este martes, circulan en ellas infinidad de vídeos y fotos de vehículos del Ejército chino que están siendo trasladados a la ciudad meridional de Xiamen, situada a unos 300 kilómetros frente a Taiwán, y donde se ubica una base militar.
En Washington, John Kirby, coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha reiterado este martes el mensaje oficial que Estados Unidos viene repitiendo estos días, después de que el jueves pasado Biden y Xi mantuvieran una llamada telefónica con la tensión del viaje de Pelosi de fondo. Kirby entró en directo en las cadenas de noticias más importantes para subrayar que visita “no supone ninguna violación o problemas de soberanía”. En la CNN se reafirmó en el apoyo de “la política de una sola China”. En gran medida, el empecinamiento de Pelosi ha aguado un día grande en la política exterior de la Administración de Biden. Hoy tocaba celebrar el exitoso ataque que acabó en Kabul durante el fin de semana con el terrorista más buscado, el líder de Al Qaeda Ayman Al Zawahiri, en lugar de hablar sobre el avispero de las relaciones con China.
Un grupo de 25 legisladores de ambos partidos, con Mitch McConnell, líder republicano en el Senado a la cabeza, ha demostrado desde el Capitolio su apoyo a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, la segunda en su puesto en hacerlo desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich viajó a Taiwán. Entonces, las autoridades chinas, que estaban listas para dar la bienvenida a Hong Kong después de 157 años de Gobierno británico, optaron por tragarse su enfado.