De nuevo el conflicto frente al Congreso por lo de la Constitución

TRINCHERA DIGITAL.-La radicalización de las divergencias internas moradas al vuelto a manifestarse frente a la sede del Congreso Nacional este lunes. De nuevo, decenas de policías han sido apostados en el lugar como prevención a posibles manifestaciones con la decisión de los seguidores del ex presidente Leonel Fernández para que según sus auspiciadores «más de un millón de personas» firmen contra una posible modificación constitucional. El merenguero Johnny Ventura y el evangélico Fidel Lorenzo hablaron justificando la recolección de firmas en lo que llamaron «defensa de la Constitución».

DETALLES

Según medios locales, pasadas las 8 de la mañana de este lunes agentes policiales reforzaron el entorno del Congreso Nacional, ante el anuncio de la continuación de actividades encaminadas a rechazar el posible intento de modificación de la Constitución. Uno de los primeros en firma fue Johnny Ventura y Lorenzo, ubicados en una carpa próxima a la Alcaldía del Distrito Nacional, a pocos metos del área del Congreso Nacional.

El expresidente Fernández anunció en un encuentro con sus seguidores  que a partir de este lunes arreciarán su lucha frente al Congreso Nacional con la firma de un libro en contra de una nueva reforma.

La última vez que se anunciaron manifestaciones de protestas en el Congreso Nacional, el entorno del Congreso terminó bajo un fuerte cordón militar y policial que generó rechazo en la población y entre legisladores de oposición al gobierno de Danilo Medina.

El pasado 24 de junio, jóvenes de la línea del presidente Leonel Fernández anunciaron que iban a instalar un campamento en la explanada frente al edificio que alberga la Cámara de Diputados y el Senado de la República.

En aquella ocasión policías de servicio lanzaron bombas lacrimógenas y el diputado Henry Merán, ferviente seguidor de Leonel Fernández debió ser ingresado en un centro médico debido a los efectos que le causaron los gases.

Tras el incidente frente al edificio del Congreso, todo el edificio y las vías aledañas quedaron rodeados por un contingente policial y militar hasta el 3 de julio.