Este «charlatancito» huyó de Afganistán cargado de dinero dejando la población a merced de talibanes

TRINCHERA DIGITAL.-Como un «sinverguencita» cualquiera, el presidente afgano Ashraf Ghani huyó de esa nación con cuatro autos y un helicóptero llenos de dinero en efectivo, informó el lunes la agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti, citando a un vocero de la embajada de Rusia en Kabul. Mientras Ghani ponía pies en polvorosa repleto de dinero y otros bienes, el país se hallaba sumido en un caos sin precedente entre las multitudes por huir hacia cualquier sitio y unos talibanes imponentes que ocupaban totalmente el gobierno y la capital de esa nación asiática desde que Joe Biden dispuso la retirada de las tropas estadounidenses que llevaban 20 años allí.

DETALLES

El portavoz de la embajada Nikita Ishchenko dijo que “el colapso del régimen… se caracteriza de manera más elocuente por cómo Ghani escapó de Afganistán: cuatro autos llenos de dinero; intentaron meter otra parte del dinero en un helicóptero, pero no cabía. Y parte del dinero quedó tirado en la pista”.

Cuando The Associated Press le preguntó cómo conocía los detalles de la partida de Ghani, Ishchenko dijo “bueno, estamos trabajando aquí”, sin ofrecer más detalles. La AP no pudo verificar de forma independiente sus afirmaciones.

El enviado del Kremlin en Afganistán, Zamir Kabulov, describió el lunes la huida de Ghani de Kabul como “vergonzosa”, y agregó que Ghani “merece ser llevado ante la justicia y debe rendirle cuentas al pueblo afgano”.

El embajador de Rusia en Afganistán, Dmitry Zhirnov, dijo a la estación de radio Ekho Moskvy que, a juzgar por las primeras 24 horas de control talibán en la capital afgana, “ahora mismo la situación en Kabul es mejor que con Ashraf Ghani”. Agregó que con “los terroristas talibanes es mejor que con Ghani”.

Las críticas de Moscú a Ghani, cuyo gobierno contó con el apoyo de Washington, se producen en un momento de intensas tensiones entre Rusia y Estados Unidos.

Moscú libró una guerra de 10 años en Afganistán que terminó con la retirada de las tropas soviéticas en 1989, y había regresado como mediador, acercándose a las facciones afganas en pugna mientras compite con Washington por influencia en el país.

Rusia ha sido sede de varias rondas de conversaciones sobre Afganistán, la más reciente en marzo, en las que participaron los talibanes, a pesar de que Moscú los considera organización terrorista.