Por Lina Paulino: Odebrecht: Una historia contada desde la perspectiva del pueblo

 

 

LINA PAULINO

SANTO DOMINGO.-María  Peralta, una mujer de 76 años  dice que ella ha vivido mucho para creer en cuentos de camino,  refiriéndose al  escandaloso caso de Odebrecht, y es que  la señora afirma que nunca ha visto en la historia democrática del país que se haga justicia con los políticos corruptos.

Lo lamentable de todo  esto, es que al igual que la señora María,  la percepción que reina entre la mayoría de los dominicanos y dominicanas, es que al final nadie pagara por los hechos,  otros más pesimistas afirman que se buscaran chivos expiatorios  para tapar a los verdaderos culpable del supuesto caso de corrupción a través de la empresa brasileña Odebrecht,

Los sondeos están ahí, no hay que irse lejos para darse cuenta  que la desesperanza  impera entre el pueblo dominicano, el cual ha perdido la  confianza en la justicia cuando se trata de sancionar  a los de cuellos blancos.

Yo, sin embargo,  soy quizás de la minoría que mantienen la esperanza de que a llegado la hora de sentar un precedente en la Republica Dominicana.  Es hora de asumir el compromiso como pueblo para exigir justicia para todos y dejar  de estar jugando a la indiferencia que nos ha robado hasta el alma.

Estoy consciente,  que solo un pueblo unido, convencido de que es el momento de darle un giro a la historia,  retomando la lucha por amor a la patria, cuyo legado  nos dejaron, Duarte, Sánchez y Mella y un grupo de hombres y mujeres valientes que supieron decir  ¨Basta ya¨.

Es la oportunidad, de sembrar la semilla de la esperanza en los corazones de los dominicanos, de  escribir  con tinta china, un nuevo comienzo  que continuaran las nuevas generaciones y la cuales se  encargaran de hacer enaltecer  la nación que costo, sangre, sudor y lágrima y que enarbola como insignia, Dios, Patria y Libertad.

Es el tiempo de vendar las heridas  de una  madre patria que ha sido desangrada por  sus propios hijos,  y  quienes  a su vez, han sepultado,  la dignidad, el respeto, la justicia, la paz, el honor, y han envenenado el alma con la mentira, la injusticia, la corrupción, la delincuencia, y la impunidad.

Prefiero creer,  al tiempo de  proclamar el coro de esta canción, Saber que se puede,  querer que se pueda, Quitarse los miedos sacarlos afuera, Pintarse la cara color esperanza, Tentar al futuro con el corazón…