Villa Altagracia de luto por muerte trágica de un policía

VILLA ALTAGRACIA.-De nuevo esta comunidad se viste de luto. La madrugada de este jueves se supo la noticia sobre la trágica muerte de un joven policía, muy querido por la comunidad. Se trata del raso Yerolis Elías Soriano Evangelista, quien al parecer se suicidó luego de dar muerte a un compañero en medio de un incidente que es investigado por las autoridades. Un tercer hombre resultó herido y se comenta en el lugar de la tragedia, La Cabuya de La Vega, al norte de la capital dominicana que el incidente tuvo su origen por una discusión por una mujer de la zona, la cual supuestamente convivía con ambos agentes y con otro hombre. Todavía al cierre de esta información no había una información oficial sobre el suceso.

DETALLES
En ese orden, un reporte preliminar de la Policía Nacional da cuenta de que investiga las circunstancias en las que dos rasos de la institución murieron y un joven resultó herido en un incidente ocurrido en la comunidad Las Cabuyas, provincia La Vega.

Los alistados fallecidos son Yerolis Elías Soriano Evangelista, de 28 años y oriundo de Villa Altagracia; Luis David Genao Arias, de 26 y nativo de Bacuí, de La Vega, así como Alexander Florentino Castillo, de la misma edad y también residente en La Vega.

De acuerdo al informe preliminar, el raso Genao Arias había pedido que lo auxiliaran, pues Florentino Castillo estaba teniendo un conflicto de violencia de género con su pareja con la cual supuestamente el raso Genao Arias también sostenía una relación amorosa con la misma y en medio de una situación muy confusa hubo un tiroteo.

Una nota de la Policía, señala que fue en ese momento cuando el alistado Soriano Evangelista, quien patrullaba junto a otro raso en la citada dirección, intervino y realizó un disparo con su arma de reglamento, el cual alcanzó a su compañero de armas y al herido Florentino Castillo.

Tras ocurrir esto, el raso Soriano Evangelista se dirigió hacia la orilla del canal de la citada comunidad vegana, donde se realizó un disparo a la cabeza con la citada arma.

La Policía Científica colectó las pistolas que tenían asignadas como armas de reglamento de los dos rasos fallecidos, mientras que los cadáveres fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Santiago para los fines procedentes.