REDACCIÓN.-De entre escombros todavía en llamas algunos osados rescatistas sacaban cadáveres en medio de un ambiente casi irrespirable y con una altísima temperatura que rodeada todo el entorno de lo que alguna vez se conoció como Ciudad Paradise… no quedó nada en pie que no fuera abrasado por las llamas. Es el desastre del siglo para California, donde 25 de sus ciudades más emblemáticas o de montañas fueron arrasadas y convertidas en cenizas. Se teme que aumente la cifra de muertos y los organismos oficiales confirman 25 fallecidos.
DETALLES
El diario El País reseña este domingo que ya era el incendio más destructivo registrado nunca en California, después de haber quemado 6.700 casas en apenas dos días. Este sábado por la noche, se confirmó que el incendio que ha arrasado como una caja de cerillas la localidad de Paradise, al norte de Sacramento, es además uno de los más trágicos de la historia. Las autoridades del condado de Butte informaron de que en las labores de desescombro han encontrado 14 cadáveres más, que se suman a los 9 hallados el viernes. No ha terminado. El fuego lleva 40.000 hectáreas calcinadas y en la noche del sábado solo estaba controlado en un 20%. Al menos 100 personas continúan desaparecidas.
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Más temprano, algunos diarios daban cuenta de que los incendios de California dejaban ya 23 muertos y 250.000 personas desalojadas FOTOGALERÍA Los incendios de California arrasan la localidad de Paradise
Las víctimas mortales sitúan al bautizado como Camp Fire por encima del incendio que el año pasado mató a 22 personas en cuestión de horas en Santa Rosa, cerca de San Francisco. Ya es el tercer incendio más mortal desde que existen registros. El peor, con 29 muertos, fue en 1933. Los cadáveres de este sábado fueron hallados en cinco casas distintas registradas por los bomberos.
Barrios enteros de la ciudad de Paradise (26.000 habitantes) han desaparecido. De los fallecidos, cinco se encontraban en sus vehículos tratando de escapar de las llamas. El fuego comenzó el pasado jueves y se extendió a toda velocidad por un bosque inusualmente seco y avivado por los llamados vientos de Santa Ana, un fenómeno atmosférico habitual en el otoño californiano que trae fuerte viento del desierto hacia la costa y seca todo a su paso.
Mas de 3.000 bomberos luchan contra el fuego con 440 camiones y 23 helicópteros. La previsión del tiempo anunciaba que el viento volvería a cobrar fuerza en la noche del sábado y durante el domingo. Más de 52.000 personas permanecían desalojadas de sus casas el sábado en la zona.