Testigo del tiempo
Trump, el gobierno recula
J.C.Malone
ESTADOS UNIDOS, Nueva York.- El allanamiento de la casa del ex presidente Donald Trump en Florida, plantea un pleito donde sólo uno sobrevivirá y, como dice la canción de Abba, el ganador lo toma todo.
Si los demócratas pierden, lo perderán todo, si Trump pierde, perderá hasta la libertad.
El abogado de Trump, Rudy Giuliani, enfrenta un Gran Jurado en Georgia, por intentar cambiar los resultados electorales del 2020.
El jefe financiero de los negocios de Trump, Allen Weisselberg, recién se declaró culpable de 15 cargos criminals de evasión de impuestos, testificará contra la empresa; no contra Trump ni sus familiares.
Ese juicio será en octubre, antes de las elecciones de noviembre, el allanamiento a la residencia veraniega de Trump fue unos 90 días antes de esas elecciones.
El Departamento de Justicia nunca hace movidas judiciales contra personas de alto perfil político antes de las elecciones, para no influenciar sus resultados, esta vez es diferente.
Trump pidió que “en nombre de la transparencia” se revelen todos los documentos y motivos del allanamiento, pero el procurador general Merrick Garland se niega.
Dijo que revelar los motivos entorpecería una “investigación en proceso”, hay una investigación cuyos detalles desconocemos.
Garland dijo que revelar lo que quiere Trump dificultaría futuros interrogatorios y delatará la investigación completa. El gobierno está a la defensiva.
Trump libra una simultánea de ajedrez, contra varios frentes abiertos.
Intentar fabricar votos en Georgia es el caso de Giuliani, organizar el asalto al Congreso el seis de enero es de ambos. Y los casos de sobrevaluación y manejos impositivos de sus empresas.
Mientras los casos judiciales parecen cerrarle cerco a Trump, su influencia política se expande, y puede tomar el control del Congreso en las elecciones de noviembre.
Los demócratas esperan que la justicia les resuelva el problema politico que Trump representa para ellos.
Aquí sólo saldrá un sobreviviente, el perdedor morirá.
Trump, ciertamente, no tiene problemas judiciales, siempre hizo las mismas trampas con impunidad absoluta, su delito imperdonable es que intenta dejar a la clase política sin empleo.
Dicen que quiere destruir la “democracia representativa”, porque siente, como muchos, que la clase política no representa a nadie, esta es una lucha de matar o morir.