TRINCHERA DIGITAL.-Brasil bajo la sombra de golpe de Estado contra el incipiente gobierno del Presidente Lula Da Silva. Miles de seguidores del expresidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro -QUIEN SE ENCUENTRA EN FLORIDA DESDE ANTES DE LA TOMA DE POSESIÓN DE LULA-invadieron este domingo el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber invadido antes el Congreso Nacional en actos golpistas contra el gobierno legalmente instalado el pasado 1 de enero. La acción, sin precedente en el país, solo recuerda la que escenificaron seguidores del presidente Trump en Washington, aunque en Brasil la situación es peor debido al silencio aparentemente cómplica del ministerio de Defensa, ya que solamente la Policía en algunas zonas ha enfrentado a los golpistas.
DESARROLLO
En el exterior, gobernantes y líderes han rechazado la acción y han expresado su respaldo irrestricto a Lula ya su gobierno. De su lado, el presidente de Brasil se hallaba visitando en Sao Paulo las comunidades afectadas por inundaciones debido al temporal que afectaba toda la zona. El grupo, que defiende tesis golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y algunos entraron dentro de la sede legislativa.
OTRAS CRÓNICAS
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Los ventanales de la sede del Poder Judicial fueron rotos por los manifestantes, que ya ocupan los edificios de los tres poderes en el país.
Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso.
También destruyeron barreras de protección y armados con palos enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.