REDACCIÓN.-Esta joya va dedicada a todos los criadores de perros. Hemos seleccionado de BBC Mundo este reportaje que podría salvar vidas: Para convencer a los vecinos de que a la joven Bethany Stephens la habían matado sus dos pitbulls, el «sheriff» tuvo que hacer públicos algunos detalles escabrosos de lo ocurrido.
La policía informó que a Stephens, de 22 años, la mataron sus perros, a los que había criado desde que eran cachorros, mientras paseaban.
Los vecinos de la localidad de Goochland, en Virginia (Estados Unidos), estaban impactados. ¿Qué puede llevar a un perro a volverse tan violento contra su dueño?
Los expertos aseguran que aún no está claro en el caso de Stephens, pero, en términos generales, hay algunos factores que pueden hacer que los perros ataquen.
He aquí algunos a tener en cuenta.
No les gusta el estrés… ni la Navidad
Sean Wensley, veterinario del Dispensario Popular para Animales Enfermos de Reino Unido (PDSA, por sus siglas en inglés), afirma que los perros pueden ser agresivos cuando se sienten amenazados.
«El motivo de muchas mordeduras de perro es el miedo», dice.
«Otras tienen una causa territorial, como cuando están protegiendo algo que aprecian mucho o defendiendo su lugar favorito de descanso, su cama».
Según este experto, las mordeduras a veces suceden cuando estos animales «han aprendido a defender el cuenco en que comen».
La adiestradora y experta en conducta canina Carolyn Menteith señala quemuchas mordeduras de perro se producen durante la temporada de vacaciones y no suele ser su dueño a quien atacan.
Una casa llena de invitados, niños alborotando alrededor todo el día y paseos más cortos que de costumbre pueden hacer que los canes se aburran y confundan.
«Nosotros somos una especie muy verbal, así que cuando nos sentimos a disgusto, decimos algo», comenta Menteith. «Nuestros perros solo pueden hacerlo a través del lenguaje corporal».
Es fácil no reparar en lo que intentan decirnos, sobre todo con una larga lista de quehaceres navideños pendientes.
Busque signos de dolor
Independientemente de la época del año en que se encuentre, los propietarios con más de un perro deberían vigilar cómo se comportan entre ellos.
«Si hay un comportamiento competitivo entre ambos, eso puede conducir a una agresión entre ellos que puede acabar dirigiéndose contra el propietario», advierte el doctor Wensley.
Un perro habitualmente afable es más proclive a atacar si ha sido lastimado. Por ejemplo, cuando se intenta apartarlo de una puerta y al hacerlo se le pilla involuntariamente una articulación sensible.
Enfermedades del hígado, que afectan al cerebro, y tumores cerebrales también pueden hacer que los perros se comporten de manera imprevisible.
Cuidado con los niños
Las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los años 2014 y 2015 mostraron que 7.227 personas necesitaron atención médica tras haber recibido «mordidas o golpes» por un perro, siendo los niños pequeños los más frecuentemente afectados.
Unos 1.159 menores de 9 años ingresaron en un hospital.
Una investigación publicada en el Diario Médico Británico encontró que el 76% de las mordeduras de perros a niños se produjeron en los labios, nariz y carrillos debido a su baja estatura.
Los mordiscos en el cuello son especialmente peligrosos ya que los pequeños pueden desangrarse hasta la muerte si se les secciona su arteria carótida.
Wensley dice que los niños son potencialmente inquietantes para los perros no acostumbrados.
«Un pequeño humano que se comporta de manera un tanto inusual, que quizás chilla e intenta abrazarlos, levantarlos, moverles las manos… puede asustarlos mucho».
Antes de morder, los perros normalmente mostrarán signos de ansiedad.
Podrían lamerse el labio superior, adoptar una postura agachada, echar las orejas hacia atrás o esconder el rabo entre las patas. Los niños no siempre son capaces de interpretar esas señales y muchos incluso creen que cuando un can enseña los dientes está sonriendo.
Menteith indica que cuando un perro ataca a su propietario, este suele decir que mordió sin previo aviso, pero, a su modo, el animal habrá estado intentando decir algo durante meses.
«Ponemos perros en nuestras vidas, y entonces no los escuchamos como perros», asegura.
El adiestramiento es una buena inversión
Cuando piensen en si es seguro dejar a su perro con niños o adultos desconocidos, tenga en cuenta su experiencia anterior.
¿Está el animal acostumbrado a los pequeños? ¿De veras puede asegurar que se comportará adecuadamente en su ausencia?
«Un problema que vemos se da cuando los cachorros no están habituados a las imágenes y ruidos del día a día», dice Wensley.
«Quizá han crecido en un criadero en medio de la nada, en un sitio muy rural, y entonces alguien los compra por internet, los recoge en el área de servicio de una autopista y se los lleva al ambiente de una familia urbana que espera que entiendan el mundo en el que de repente ahora se encuentran», agrega.
«Pueden estar extremadamente ansiosos y temerosos, y eso se manifestará en una agresión».
El adiestramiento temprano es clave para evitar un posible incidente y lo ideal es comenzar cuando todavía son cachorros.