El expresidente Lobo confirmó a periodistas que su hijo Said Lobo Bonilla, de 19 años, es uno de los jóvenes asesinados.
Otro de los fallecidos es el chofer de Said Lobo Bonilla, quien no fue identificado por el exgobernante, quien llegó al sitio del crimen múltiple.
En el hecho también murieron Luis Zelaya, de 23 años, pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez, quien dijo en el sitio del crimen que los jóvenes «fueron bajados de los vehículos y los mataron», con disparos en la cabeza.
Las otras dos víctimas fueron identificadas como Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez.
El hecho se registró hacia las 02.00 hora local (08.00 GMT) en la salida del estacionamiento del edificio Torre Morazán, a orillas de un bulevar de la capital hondureña.
Varios disparos impactaron en una de las paredes del edificio.
Las dos camionetas en que se conducían los cuatro hombres, todos amigos, quedaron en la salida del aparcamiento del edificio.
Según el exdirector de Medicina Forense Denis Castro, por imágenes que ha recibido, se trata de un crimen que ha sido bien planificado.
La violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y trece muertos diarios, según fuentes policiales y organismos de derechos humanos.