TRINCHERA DIGITAL.-Los malos hábitos y la ausencia de higiene y de educación como siempre dejaron sus huellas durante la fiesta de Fin de Año en esta nación caribeña y particularmente en la capital, donde hubo juergas y celebraciones de masas… y también de basuras regadas por doquier. Al día siguiente, los desperdicios mostraban la calidad cultural de quienes celebraron y de los sitios se marcharon dejando sus huellas como parientes de puercos o ratas cloacales.
DETALLES
Una reseña de diariolibre.com destaca la penosa ausencia de disciplina y de higiene de una población ruidosa y sin reparos que en cada fiesta olvida el hábito de la higiene y el buen comportamiento que separa a los humanos de las bestias.
Como cada primero de enero, los lugares abiertos donde se concentran ciudadanos para recibir el Año Nuevo y las calles de la ciudad amanecieron abarrotadas de personas, pero también de basura.
Muchos ciudadanos retornan de las fiestas de manera errática por las calles y avenidas en busca de transporte para dirigirse a sus casas o a otros lugares. Hembras y varones se apoyan mutuamente para no caerse.
Algunos se tornan violentos y a otros la borrachera les coge con reír, mientras gran parte no deja de tomar.
El tránsito vehicular se ha reducido a la mínima expresión, y muchos de los que transitan lo hacen a una velocidad superior a la acostumbrada aprovechando la baja circulación. La violación a los semáforos por parte de algunos conductores también es muy común.
En la cabecera oeste del puente Juan Bosch, dos vehículos chocaron en las primeras horas de este día primero, pero no hubo lesionados de consideración.
La Policía mantiene el patrullaje tanto a pie como en vehículos, principalmente en los barrios, mientras agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito están apostados en las principales calles y avenidas en prevención de accidentes.