TRINCHERA DIGITAL.-Como en buen dominicano, después del palo dao, nadie lo quita», o lo que es igual: «el dominicano pone candao después del robo». Cómo es posible que siendo el coronavirus una epidemia que mantiene al mundo en suspenso y alerta en este país se permita que una paciente diagnosticada con el mal escape de un hospital en San Francisco de Macorís-al noreste de la capital dominicana- y sea ubicada por las autoridades en Villa Riva, poniendo en riesgo quién sabe a cuantas otras personas y sirviendo de ese modo como medio de propagación del mal para cuya cura todavía no existe remedio?
DETALLES
La prensa destaca este lunes que la dominicana que vino desde Milán, Italia, se escapó de un centro médico de San Francisco de Macorís, tras haber dado positiva con el COVID-19 (coronavirus). En la víspera, el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas anunció oficialmente la existencia de tres casos nuevos de coronavirus en el país.
De acuerdo con declaraciones del ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, es una ciudadana dominicana que vino de vacaciones a San Francisco de Macorís, provincia Duarte, pero posteriormente fue localizada en Villa Riva, provincia Duarte, “donde está su casa, vive sola”.
El ministro de Salud Pública informó que los tres nuevos casos corresponden a la dominicana que se escapó; una joven de 29 años, que vino de Milán (ingresada en el hospital Ramón de Lara) y un menor de 12 años de edad, que estuvo también en el país europeo con su familia.
“La otra familia también se fue contra toda indicación y las direcciones provinciales están atendiendo y negociando con esa familia”, indicó el ministro.
En su mensaje hacia la prensa, el ministro también dijo que hasta este domingo hay al menos cinco casos importados de coronavirus en el territorio nacional. El primero fue de un italiano, de 62 años, quien se hospedó en un hotel de Bayahibe.
El hombre, quien ingresó al país el 22 de febrero por el aeropuerto internacional de La Romana, está ingresado en el hospital Ramón de Lara.
Luego fue confirmado el caso de una canadiense, de 70 años, quien también ingresó al país el 22 de febrero por la misma terminal y vacacionó en el mismo resort que el italiano.