TRINCHERA DIGITAL.-Tomado de Diario Libre: Bob Menéndez, el senador cubano-estadounidense de Nueva Jersey que recientemente le solicitó al Secretario de Estado de esa nación “hacer todo lo posible” para evitar otra reelección del presidente Danilo Medina, no es un desconocido en la República Dominicana.
Su trascendencia local no sólo guarda relación con el cargo que ocupa en el Congreso de los Estados Unidos de América. Tiene que ver con sus nexos con políticos y empresarios dominicanos, entre los que se destacan el oftalmólogo Salomón Melgen y el presidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Marino Vinicio “Vincho” Castillo, y sus hijos, Vinicio, Juárez y Pelegrín Castillo Semán.
Melgen fue durante años el donante más importante de la carrera política de Menéndez desde su ingreso a la Cámara de Representantes en 1993, antes de pasar al Senado en el año 2006, donde sustituyó al renunciante Jon Corzine. Actualmente está en prisión. Fue condenado a 17 años por fraude al sistema de salud de los Estados Unidos, puntualmente al programa Medicare.
La corte federal de Florida, que conoció el caso, lo obligó a indemnizar al sistema con 45 millones de dólares.
A principios del año 2013, Menéndez y Melgen ganaron connotación en la prensa norteamericana por un reportaje publicado en El Nuevo Herald que recogía la versión de un informante que aseguraba que durante sus vacaciones en la República Dominicana el demócrata había contratado servicios sexuales de menores de edad y que se le había visto con ellas en un yate propiedad del oftalmólogo, presuntamente primo hermano de los Castillo Semán.
El expresidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado reconoció que había viajado con Melgen a territorio dominicano en tres ocasiones, pero negó haber contratado servicios sexuales como publicó originalmente El Nuevo Herald.
Sin embargo, el FBI no pudo probar las alegaciones. Las prostitutas y el informante se esfumaron, así como los enseres de un apartamento ubicado en Gascue en el que presuntamente el legislador habría pernoctado con dos “damas de compañía” pagadas por el galeno.
La propietaria del inmueble de dos habitaciones reconoció que rentó el apartamento a dos jóvenes, una brasileña y una colombiana, por mil dólares mensuales. Pero luego de que el caso trascendiera, ambas cambiaron de domicilio y de números telefónicos.
Luego de que el senador de Nueva Jersey ofreciera las primeras declaraciones sobre el escándalo, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) reveló que estaba investigando el papel que éste jugó en la gestión de un contrato de seguridad para puertos en esta nación caribeña del que se beneficiaría el doctor Salomón Melgen.
“Menéndez ha urgido a funcionarios federales a que presionen al gobierno dominicano para que ponga en vigor el contrato inactivo, diciendo que el mejoramiento de la seguridad de los puertos es importante para interceptar el narcotráfico. Melgen es un inversionista de la compañía que tiene el contrato”, reseñó El Nuevo Herald el 16 de febrero del año 2013.
La empresa ICSSI, S.A. fue originalmente la beneficiaria del contrato a 20 años para la vigilancia de los puertos marítimos dominicanos “para combatir el tráfico de armas, el terrorismo y narcotráfico”.
Se aprobó en el año 2003 en el gobierno de Hipólito Mejía, pero cayó en una especie de limbo. Once años después los equipos no se habían instalado.
En el año 2011 la empresa de capital estadounidense Boarder Support Services compró el 50 % de las acciones de ICSSI, S.A. En ese entonces, la firma, registrada en Florida, le pertenecía a Salomón Melgen.
Por esa razón se cree que Robert –Bob– Menéndez habría movido sus fichas en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos para colocar en la agenda de esa cámara legislativa y del gobierno de los EEUU la problemática dominicana respecto al narcotráfico, “una jugada que claramente enriquecería aún más las valijas de su amigo”, el doctor Melgen.