SAN PEDRO DE MACORÍS.-Un abogado y suboficial de Policía Nacional asesinó en pleno hospital Antonio Musa de este municipio a su mujer, una enfermera que estaba de servicio al momento del suceso la mañana de este martes y luego se suicidó. El hombre apuntó con su arma a la cabeza de su víctima, delante de todo el personal y visitantes y tras cometer el crimen se pegó un tiro en la cabeza, según testigos. De su lado, en Santiago de los Caballeros otro hombre mató de un tiro a su ex mujer, una joven de 24 años y luego de cometer el hecho se dio a la fuga.
SAN PEDRO
La víctima respondía al nombre de Esperanza Polo Pierre, de 37 años y era enfermera del área de pre-parto del mencionado centro de salud, mientras que el agresor fue identificado como Víctor Antonio Checo Cornelio, un sargento mayor de la Policía Nacional que se había graduado de abogado.
La pareja residía en el Batey Barbarito del Ingenio Consuelo, junto a tres hijos.
La Asociación Nacional de Enfermeras (Asonaen) lamentó el hecho al tiempo que pidió a las autoridades tomar medidas contra este flagelo que amenaza con exterminar la vida de las mujeres con tantos feminicidios.
EN SANTIAGO
Una jovencita de 24 años murió de un disparo en la cabeza que le hizo su marido durante una discusión por celos del homicida, según vecinos de la pareja donde ocurrió la tragedia este lunes. El crimen tuvo lugar en el sector La Piña, de Cienfuegos, al noroeste de Santiago de los Caballeros.
La víctima es Esmeralda Estévez Morales (Yaniris), de 24 años, mientras que el victimario es Daniel Alfonso Peralta, de 36 años, quien huyó desde que cometió el crimen.
Con éste, suman 39 los feminicidios ocurridos en la zona del Cibao desde enero de este año hasta el pasado domingo, de acuerdo con un dato estadístico aportado por el periodista Ricardo Santana, del Listín Diario.
Según el informe policial, el homicida y la víctima discutieron el pasado domingo en su residencia del sector La Piña.
La mujer falleció ayer en la sala de Cuidados Intensivos del Hospital Regional José María Cabral y Báez de Santiago, donde fue ingresada en estado de gravedad. Tras ocurrir el hecho, una multitud persiguió al agresor para lincharlo, pero no pudo darle alcance.
La mayoría de las mujeres asesinadas tenían edades entre los 16 a 40 años, de acuerdo con las estadísticas.