TRINCHERA DIGITAL.-Este mal parido, después de darle 22 puñaladas a su ex esposa se le tiró encima al cadáver y como un show de mal gusto y de horror la Policía tuvo que luchar para despegarlo del cuerpo que yacía en un charco de sangre en el salón de belleza donde su víctima laboraba para ganarse el sustento en el salón ubicado en un sector de Queens, Nueva York. Ningún medio ha identificado al criminal, quien fue detenido por una patrulla de la Policía que acudió al llamado que hicieran compañeras de trabajo de la occisa mientras el asesino barbuseaba y babeaba encima del cadáver todavía sangrante.
DETALLES
Ya es noticia en medios y redes sociales que Iris Rodríguez, de 35 años, estilista dominicana fue brutalmente asesinada en su lugar de trabajo, luego que su expareja, de la misma nacionalidad, le asestara más de 20 estocadas con un filoso cuchillo que portaba escondido cuando se presentó al lugar de trabajo de la dama y delante de todos los presentes, sin mediar palabras le entró a puñaladas.
El horrendo crimen ocurrió alrededor de las 7:00 de la noche de este miércoles en el salón spa “Tu S´tilo”, ubicado en el vecindario de Jackson Heights, en Queens, Nueva York.
El matador, hasta el momento no identificado, irrumpió en el centro de belleza y delante de todos los presentes se abalanzó contra Iris Rodríguez, de 35 años de edad, quien quedó en el suelo sumergida en un charco de sangre.
Después de asesinarla, el hombre se puso histérico y mientras lloraba desconsoladamente, abrazaba y le hablaba en voz baja al cadáver. Además, intentó suicidarse haciéndose una herida en el brazo, por lo que fue llevado al hospital.
Los agentes policiales que acudieron al lugar de la tragedia tuvieron que despegar al homicida a la fuerza del cuerpo de Iris, quien dejó dos niños en la orfandad.
Según allegados, la pareja se había separaron en enero de este año, después de cuatro años de matrimonio.
“Ella dijo que él era agresivo, y estaba un poco asustada, pero no pensó que la asesinaría. Ella no quería seguir la relación y le pedía a sus amigas que no le dijeran a él dónde ella estaba viviendo”, dijo una de las amigas de Iris que se encontraba en la escena del crimen.