Investigaciones apuntan hacia el ex novio de la menor de 16 años asesinada en Madrid

MADRID, España.-Las investigaciones apuntan hacia el ex novio de la jovencita dominicana de 16 años asesinada a golpes en un residencial madrileño. De acuerdo con informes oficiales, el joven permanece con el móvil o celular de la víctima  desde la noche de los hechos, cerró sus redes sociales y se ha marchado de su domicilio sin dejar rastros. No obstante, los investigadores están tras sus pistas para someterlo a interrogatorios.

DETALLES

Un despacho de la agencia Efe reseña la noche de este sábado que un exnovio que permanece con el móvil fuera de
cobertura desde la noche de los hechos, y que también ha cerrado sus redes sociales y se ha marchado de su domicilio, figura entre los sospechosos del horrendo crimen.

La abogada de la familia, Elena Sanz Vega, indicó a periodistas
que la información “aún es escasa” por parte de la policía, que
continúa con las investigaciones, si bien aclaró que el cuerpo no
muestra signo alguno de abuso sexual.

El padrastro de Lisvette, que ejerce como padre desde que la
menor tenía cuatro años, insistió en que “no hay ningún sospechoso” y que se trataba de una niña “muy querida y cariñosa”.

Alrededor de cuarenta personas se concentraron este sábado en la puerta del domicilio familiar para honrar la memoria de Lisvette con música, velas encendidas y carteles y exigir justicia en el
esclarecimiento de su muerte.

Fuentes de la investigación apuntan a Efe que el crimen pudo
cometerse sobre las 19.00 horas (18.00 GMT), cuando el hombre que tiene una habitación alquilada en la vivienda de la familia volvió de la calle y se metió en su habitación.

Según su testimonio, no escuchó nada ni vio nada y no fue hasta
las 21.15 (20.15 GMT) cuando llegaron sus padres y descubrieron a la menor muerta en la cama y desnuda.

A esa hora se recibió el aviso de los servicios sanitarios, que
solo pudieron certificar la muerte de la joven y el traumatismo
craneofacial como causa.

La policía investiga al entorno de la joven y tiene claro, al no
encontrarse la puerta forzada, que abrió la vivienda a su agresor o agresores quienes, o bien estaban esperando a que la menor se
quedase en casa sola o ella esperaba a alguien después de que se
fueran sus padres.