REDACCIÓN.-La situación se está saliendo de control. La falta de personal en Yosemite y otros parques naturales de EE.UU. a causa del cierre parcial del Gobierno ha hecho que las letrinas lleven días sin limpiarse y que las heces humanas se acumulen y extiendan por otras zonas, por lo que el Servicio Nacional de Parques cerró hoy varias zonas de acampada. La pestilencia es insoportable y amenaza con un agravamiento poniendo en riesgo la salubridad de personas y animales de continuar el cierre parcial del Gobierno dispuesto por el Presidente Donald Trump.
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“Todas las áreas de acampada se cerrarán hoy al mediodía. El parque se ha visto forzado a tomar esta decisión a causa de posibles riesgos para la salud y la seguridad después de que las letrinas hayan alcanzado su capacidad máxima”, anunciaron los guardas forestales de Joshua Tree, el popular parque del desierto californiano.
Como en el caso de Joshua Tree, varias zonas de acampada se han cerrado también en Yosemite, donde algunos de los visitantes mostraron su indignación en las redes sociales al hallar excrementos humanos en los caminos y carreteras, así como niveles de suciedad poco habituales en uno de los parques más famosos del país.
En las imágenes colgadas en internet puede verse cómo papeles, plásticos y restos de comida, además de heces, se amontonan en las cunetas de las carreteras que cruzan el parque y en otras partes de Yosemite.
Los responsables forestales también alertaron de que, dada la ausencia de guardas, hay vehículos que se están adentrando en zonas en las que no está permitido el tráfico, y que se vive una sensación generalizada de “barra libre” en la que los visitantes no respetan las normas.
Otros parques parcialmente cerrados a causa de la ausencia de recursos son Sequoia y Kings Canyon (California), el Parque Nacional de las Montañas Rocosas en Colorado y los parques de Arches y Canyonlands en Utah, donde no hay nadie que trabaje para quitar la nieve que cubre las carreteras.
La administración gubernamental se mantiene cerrada desde el pasado 22 de diciembre en medio del pulso que mantienen el presidente Donald Trump y los demócratas por los recursos para construir el muro fronterizo.
El cierre de la Administración afecta a agencias de diez departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia, así como a decenas de parques nacionales.
También perjudica a 800.000 de los 2,1 millones de trabajadores federales, que no cobrarán mientras se mantenga este impasse y están a expensas de la aprobación de un presupuesto.