Testigo del Tiempo
Adriano intenta feminicidios políticos
J.C. Malone
ESTADOS UNIDOS, Nueva York.-El congresista Adriano Espaillat ganó el escaño congresual el año pasado con una astuta estrategia binaria, manipuló el “patriotismo dominicano”, se refugió entre dos carismáticas mujeres dominicanas. Buscó “sangre nueva”, imprimió un afiche donde estaba en el medio de Marisol Alcántara y Carmen de la Rosa, senadora y asambleísta estatal respectivamente, triunfó la coalición.
Ahora Adriano, buscando reelegirse, apoya a Robert Jackson un afroamericano contra Alcántara, la senadora dominicana. En menos de dos años Alcántara logró aprobar 13 leyes y trajo más de $4.0 millones de a su distrito. En 25 años en la legislatura estatal, Adriano ganó el récord de ausencias. Siempre asistía para aprobar las leyes que le permitieron que los caseros desalojar a los dominicanos de Washington Heights.
Adriano amenaza con apoyar un candidato contra la asambleísta de la Rosa, si ella no apoya a quién él quiere llevar al concejo municipal.
Adriano actúa como el dominicano que tiene una mujer en la pobreza, pero cuando consigue dinero la suelta en banda y se busca una chica de boutique. Como vampiros que tras nutrirse de “sangre nueva” desechan a sus víctimas.
Ayer, quienes no apoyábamos a Adriano éramos “traidores a la patria”.
Hoy, Adriano no “traiciona la patria”, Adriano es “la patria”.
Ayer, Adriano usó y desechó a otras mujeres dominicanas.
Hoy, Adriano intenta perpetrar dos feminicidios políticos simultáneos, impunemente.
Vivimos un momento histórico-político en el que la mujer estadounidense se empodera y destrona a los hombres que las han usado y abusado. Ahora la mujer dominico-neoyorquina esta más empoderada que nunca, pero Adriano pretende usarlas como objetos desechables, o como alfombras, para limpiarse los pies y seguir su camino.
En cuatro años, tres legisladoras dominicanas, en la legislatura estatal, Gabriela Rosa, Alcántara, de la Rosa lograron más que Adriano en sus 26 años de carrera legislativa.
Llevamos 26 años votando por Adriano y él no tiene ni presenta ningún legado importante para sus votantes.
¿Seguirán las dominicanas votando por Adriano?
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