Testigo del Tiempo / J.C. Malone
El ominoso panorama bancario
NUEVA YORK.-Cuando el gigante hipotecario IndyMac colapsó, en julio del 2008, las autoridades monetarias aseguraron que era un “caso aislado”, que el sistema financiero estaba “sólido”. Transcurridos 64 días, quebró el banco de inversiones Lehman Brothers, y colapsó Wall Street.
En noviembre quebró FTX, el gigante de criptomonedas, el ocho de marzo quebró Silvergate Capital, que convertía criptomonedas en dólares y viceversa. Dos días después, colapsó Silicon Valley Bank (SVB).
El sistema financiero es como una gran orgía, donde todos se acuestan con todos, con un infectado de venerea todos estarán infectados.
Como todos los bancos tienen negocios con todos los bancos, directa o indirectamente, el colapso de uno afecta a todos de una forma u otra, es innegable.
De noviembre a hoy, quebró un banco cada 40 días, claro, las autoridades dirán que son “casos aislados”.
El futuro está bastante claro, luce en extremo ominoso.
Las autoridades harán lo imposible por evitar lo inevitable. Si quiebran otros bancos, quebrarían el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), porque recién revelaron que solo pueden asegurar un cuarto de todos los depositos de la banca.
El sector tecnológico es el principal renglón de la economía, SVB era el principal prestamista para empresas tecnológicas, su colapso tendrá efectos negativos en los mercados financieros.
En Wall Street todos los índices bursátiles cayeron, porque muchos inversores se retiraron de los mercados financieros, en anticipación a las posibles consecuencias del colapso del SVB.
Si los inversores se retiran de los mercados bursátiles, y los ahorrantes retiran su dinero de los bancos, entonces las próximas semanas se decidirá el futuro bancario.
SVB es el banco número 18, entre los grandes bancos estadounidenses, no es un pequeño banco comunitario ignoto.
Iniciamos esta nueva semana sin pronósticos optimistas, como el Cándido de Voltaire, solo debemos “esperar y confiar”.