REDACCIÓN.-Siguen contando los muertos y se teme lo peor. Luego del devastador terremoto entre Irán e Irak este domingo todavía hay lugares donde no se ha podido llegar debido a que colapsaron las vías de accesos y las comunicaciones quedaron nulas. Un reporte de BBC Mundo reseña que el terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter sacudió este domingo la zona fronteriza entre Irak e Irán, causando la muerte de al menos 348 personas e hiriendo a miles.
DETALLES
La mayor parte de los fallecidos están del lado iraní, en la provincia de Kermanshah (oeste del país), donde se han reportado al menos 328 muertos y casi 5.660 heridos.
Según una agencia de cooperación iraní unas 70.000 personas resultaron damnificadas por el sismo, uno de los más fuertes en lo que va del año.
Al menos siete personas fallecieron en Irak, donde el movimiento obligó a los habitantes de Bagdad a salir a las calles.
«Al principió pensé que era una gigantesca bomba. Pero luego oí a todo el mundo gritar ‘¡Terremoto!'», le contó a la agencia Reuters Majida Ameer, una madre de Bagdad.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el movimiento se registró a las 18:18 (GMT) y su epicentro se situó cerca de la ciudad iraquí de Halabja, en la región del Kurdistán fronteriza con Irán, y a una profundidad de 33,9 kilómetros.
Según estimaciones de Naciones Unidas, aproximadamente 1,8 millones de personas viven a 100 kilómetros del epicentro.
En el lado iraquí la zona más afectada fue el pueblo de Darbandikhan, en la región del Kurdistán.
La mayoría de las víctimas, sin embargo, están en la población iraní de Sarpol-e Zahab, a unos 15 km de la frontera, informó el director de los servicios de emergencia de Irán, Pir Hossein Koolivand.
Según los rescatistas, muchas personas siguen atrapadas entre los escombros, por lo que el número de víctimas podría aumentar en las próximas horas.
Las tareas de rescate se están viendo obstaculizadas por la obstrucción de algunas carreteras rurales, lo que impide llegar a las poblaciones afectadas, explicó Koolivand.
Además, las comunicaciones telefónicas y el sistema eléctrico también quedaron interrumpidos en algunas ciudades.
Muchos habitantes de las localidades más afectadas salieron a las calles ante el temor de que se derrumben los edificios.
Muchas de las casas en la montañosa región del Kurdistán está construidas con ladrillos de barro, lo que las hace susceptibles a terremotos tan fuertes como el que azotó la zona el domingo.
Ayuda médica urgente
En Irak, el ministro de Salud del gobierno regional del Kurdistán dijo que al menos siete personas murieron y docenas quedaron heridas.
La ciudad de Darbandijan fue la más dañada, donde su hospital principal también quedó afectado y sin electricidad. Algunas viviendas se derrumbaron y no se descarta que haya personas bajo los escombros.
El terremoto se sintió en grandes núcleos como Kirkuk, Erbil o la capital iraquí, Bagdad, así como en varias provincias iraníes.
«Se necesita asistencia médica urgente. Se requieren equipos médicos para apoyar a los hospitales locales en la atención a los civiles heridos en la provincia de Suleimaniya», señaló el centro de coordinación de crisis del gobierno regional del Kurdistán iraquí en su cuenta de Twitter.