Todavía en la madrugada la bulla retumbaba desde el Monumento por victoria frente al Licey

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.-Todavía en la madrugada de este jueves la bulla retumbaba desde el Monumento a los Héroes de la Restauración. Todo Santiago era una sola fiesta y los barrios y avenidas se convirtieron en pistas de bailes improvisados para celebrar delirantemente su victoria número 21 de por vida de un equipo como Las Águilas, que luego de derrotar al Licey en su propia casa poniendo fin a la sequía con una aplastante victoria sobre Los Tigres 11 carreras por 4.

DETALLES

Todos los periódicos y las crónicas deportivas coinciden que Las Águilas Cibaeñas saborearon las mieles de un campeonato después de un contundente triunfo durante el séptimo y decisivo partido de la Serie Final del torneo de béisbol invernal que se celebró a casa llena en el estadio Quisqueya.

Se trató del título número 21 del equipo de Santiago, que no alzaba el trofeo desde la campaña 2007-08 cuando también triunfaron en ocho encuentros frente a los Tigres. Ahora le corresponde representar al país en la Serie del Caribe, en Jalisco, Guadalajara, México donde tiene el compromiso de terciarse «la ñoña» frente a los equipos de Cuba, Venezuela, Puerto Rico y el país sede de dichos juegos.

La crónica de elcaribe.com apunta que el receptor panameño Christian Betancourt, a pesar de irse en blanco en tres turnos anoche, fue escogido el Jugador Más Valioso de la final, gracias a sus cinco carreras anotadas, su buena defensa en la receptoría y un promedio de bateo de .421 (de 19-8). “Estoy contento con este premio, pero tenemos muchos compañeros aquí que también son merecedores de ese premio”, dijo el panameño. “Sabíamos que iba a ser un partido difícil en la casa de Licey, pero nosotros somos unos guerreros y vinimos a ganar”.

Las Águilas ahora aumentan a diez los campeonatos obtenidos frente a los Tigres, que han vencido a los cibaeños en otras once ocasiones.

Sin embargo, esta fue la primera vez en la que el combinado amarillo logra el título en el mítico estadio Quisqueya. “Un sueño hecho realidad”, exclamó Ronny Rodríguez. “Tenía tiempo siendo aguilucho y este es un sueño hecho realidad mío y de la fanaticada también”, agregó.

Anoche las Águilas tuvieron un ataque de doce imparables para fabricar sus nueve anotaciones en ruta a llevarse dos de cuatro juegos en la casa de Licey.

 El poder de fuego de los nuevos campeones nacionales se evidenció con doce imparables, incluidos cinco jugadores con al menos dos hits: Jonathan Villar, Danny Santana, Johan Camargo, Félix Pérez y Juan Carlos Pérez. Félix Pérez, un veterano de origen cubano, sacó la pelota en el noveno sin nadie en circulación frente al relevista Marlon Arias, un batazo que representó la séptima vuelta de la tropa que dirige Lino Rivera.

Las Águilas consiguieron un rally de cinco anotaciones en la tercera entrada que básicamente presagió lo que se avecinaba.

Durante ese ataque tuvieron tres imparables, pero aprovecharon el descontrol del picheo añil, que otorgó cuatro boletos, tres de ellos propinados por el abridor Rolando Valdez, quien sólo completó una faena de dos entradas en las que permitió cuatro carreras. Él fue el perdedor del encuentro.

Santana remolcó la primera con hit frente a Valdez y luego vino el imparable impulsador de otras dos de Juan Carlos Pérez, quien remolcó dos vueltas más en el noveno acto frente al relevista Dustin Antolin cuando los cibaeños facturaron una corrida de cuatro carreras. “Gracias a Dios por permitirme jugar esta vez y por permitir ayudar a este campeonato”, apuntó Santana. “Ellos (Licey) son buenos, pero nosotros somos mejores”.

A pesar de conectar diez imparables, dos menos que sus rivales, la ofensiva de Licey no fue suficiente para alcanzar en el marcador a los aguiluchos. Los liceístas vinieron a realizar su primera vuelta después de que Juan Francisco conectara un soberbio cuadrangular solitario por el bosque de la derecha frente al abridor del combinado cibaeño Yunesky Maya. Este fue el sexto vuelacercas de Francisco en Serie Final. De esa forma empató el récord histórico de la pelota invernal dominicana con el legendario Alonzo Perry. Maya trabajó cuatro actos para las Águilas y toleró cinco hits y dos anotaciones.