Roberto Valenzuela
SANTO DOMINGO.- El combatiente internacionalista, declarado héroe en Cuba y República Dominicana, Delio Gómez Ochoa, está muy disminuido por la edad y las enfermedades. Apenas se puede mover apoyado en su bastón. Mas no pierde la esbeltez, la dignidad del combatiente que se fajó a los tiros para derrocar al dictador Fulgencio Batista en Cuba; y luego vino a República Dominicana a pelear contra el temido sanguinario Rafael Leónidas Trujillo Molina. “Eso no es paja de coco… Eso no es poca cosa”, dice un militante de izquierda, para destacar la hazaña de pelear contra dos dictadores de esa naturaleza.
“Háganse foto con el comandante Ochoa, es posible que sus familiares no lo dejen venir para los actos del próximo año: es posible que sea la última vez que esté con nosotros”. Eso decía, nostálgica, una eficiente empleada del Archivo General de la Nación (AGN), en un acto de homenaje a él (único sobreviviente de la expedición del 14 de Junio) y sus compañeros combatientes.
Al final del acto, el historiador cubano Elíades Acosta conversó con varios periodistas y les dice que de los 198 expedicionarios: 22 eran cubanos, 13 venezolanos, 5 puertorriqueños, 2 españoles, 2 norteamericanos, y 1 guatemalteco. Le aclaró a un periodista que Pablito Mirabal no era venezolano, sino cubano y que tenía 16 años cuando se enroló en la Expedición; pero ya había estado combatiendo en Sierra Maestra con Ochoa.
Pablo era huérfano y Delio lo acogió como un hijo. Por eso se negó a abandonarlo cuando decidió venir a pelear contra Trujillo. Estuvo entre los 6 guerrilleros sobrevivientes de la envestida trujillista.
Por cosas de la vida, narra Acosta, a Pablito lo mató un rayo en Cuba, esperando un autobús en una parada. Era un oficial-militar y se cree que lo que atrajo el rayo fue que sus botas de militar tenían o estaban revestidas de metal en la plantilla y la punta. Ya se había casado.
El director del AGN, Roberto Cassá, realizó una magnífica exposición titulada “La Expedición de Junio Vista desde Hoy”. Comenzó explicando que a pesar de ser uno de los acontecimientos de mayor trascendencia en la historia dominicana, “la expedición de junio de 1959 sigue siendo bastante poco conocida en muchos de sus detalles”.
Sostiene que es desconocida debido a la muerte de casi todos los integrantes y la desaparición posterior de todos aquellos que tuvieron ligados a ese hecho patriótico. Precisamente, Cassá recibió una placa de reconocimiento de parte de la Fundación Constanza, Maimón y Estero Hondo por sus aportes para que la nueva generación conozca la hazaña de estos patriotas. Yo agrego que Roberto Cassá adquirió categoría de héroe nacional, ha liderado un equipo de hombres y mujeres que rescató la historia de República Dominicana.
Discurso de Cassá
Hoy se conmemora el 58 aniversario de la expedición guerrillera de junio de 1959. Vaya primero que todo nuestro homenaje a todos los que en 1959 decidieron entregar sus vidas en sacrificio por la libertad del pueblo dominicano. Junio de 1959 se insertó, de tal manera, en una cadena de eventos que fueron impactando adversamente el orden autocrático.
Primeramente el triunfo de la Revolución en Cuba y, desde antes, el avance de los guerrilleros de Sierra Maestra, comenzaron a remover los fundamentos de los regímenes autoritarios en la región del Caribe. República Dominicana fue el país en el que tal incidencia fue mayor. Se presentaba algo inédito: el derrocamiento de la dictadura de Batista comportó la destrucción del ejército, al tiempo que surgía un orden cualitativamente nuevo, que se proponía hacer realidad anhelos ancestrales de justicia en América Latina.
Pero fue propiamente Junio de 1959, como está registrado por numerosos testimonios, que abrió las compuertas. Miles de jóvenes de todo el país y de variados sectores sociales decidieron organizarse para la lucha. Era algo de una magnitud sin precedentes, que se llevó a cabo sin que los servicios de espionaje pudieran detectarlo durante meses. Ese espíritu opositor confluyó en la constitución del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, que retomó el programa del Movimiento de Liberación Dominicana, organización de exilados que preparó la expedición. Se designó una directiva encabezada por el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo y se definió el objetivo de preparar la insurrección en el corto plazo, con armas que se esperaban del exterior. Citas de la conferencia: La Expedición de 1959 Vista desde Hoy, dictada por el profesor Roberto Cassá