CARACAS, Venezuela.-Con adversarios radicalizados y violentos y varias naciones otroras aliadas ahora contrarias así como con una inmensa cantidad de medios de prensa abiertamente enemigos, el gobierno de Nicolás Maduro concluyó la noche de este domingo la llamada Constituyente, considerada un fracaso por sus críticos y contrarios y todo un éxito por el propio gobierno y sus aliados. En la jornada hubo al menos 12 personas muertas, incluyendo uno de los candidatos a la Constituyente y se registraron sangrientas manifestaciones lideradas por una oposición que al parecer su única y real demanda es la de reemplazar al actual gobierno por otro y abrir el camino para revertir todas las medidas tomadas por el oficialismo en esta nación suramericana.
El diario español El País, encarnizado crítico del gobierno de Maduro, reseñó al cierre de esta edición que las votaciones de la Asamblea Nacional Constituyente impulsada por Nicolás Maduro sumieron este domingo a Venezuela en una espiral de violencia sin precedentes durante un proceso electoral, con al menos una docena de muertos desde la noche del sábado, y abocan al país a una fractura insalvable de la sociedad y las instituciones. El Gobierno siguió adelante con su plan de escribir una nueva Constitución y celebró unos comicios rechazados en bloque por la oposición, que no presentó candidatos y promete ahora redoblar su pulso al régimen, y buena parte de la comunidad internacional.
El primer efecto de la decisión de Maduro de seguir adelante con su proyecto es que Venezuela tendrá a partir del lunes un Parlamento exclusivamente oficialistaignorado por todos los partidos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y sectores críticos del chavismo.El Gobierno intentó transmitir que la votación transcurrió en paz, pero el saldo de muertes lo desmiente. Nunca en la víspera o el desarrollo de un proceso electoral habían ocurrido tantos fallecimientos. Caracas no fue el único escenario de los violentos enfrentamientos entre los manifestantes, las fuerzas de seguridad y los colectivos armados afines al chavismo. Hubo cinco muertos en la provincia andina de Mérida, uno en el Estado de Lara (centro-occidente del país) y otro en Sucre, en la costa nororiental de Venezuela.
La Fiscalía confirmó, además, el asesinato a tiros de José Félix Pineda, un candidato a la Constituyente en Ciudad Bolívar, la capital del suroriental Estado de Bolívar. En la capital el Estado de máxima tensión quedó reflejado en Altamira, convertida en símbolo de las protestas opositoras, donde la explosión de un artefacto contra una columna de agentes motorizados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dejó varios heridos. Oficialmente, el ministerio público pudo corroborar cinco muertes en las primeras horas de la mañana. Además de la de Pineda, encargó a un fiscal la investigación de los homicidios de Ricardo Campos, subsecretario de la formación socialdemócrata Acción Democrática en Cumaná (Estado de Sucre, nororiente de Venezuela), y de Marcel Pereira, en el poblado de Chiguara, en Mérida
Nueva etapa
Hoy Venezuela comienza una nueva etapa. La oposición llamó a la unidad contra el régimen, mientras el Gobierno continuará una huida hacia adelante llena de incógnitas. La nueva Asamblea Nacional Constituyente desmantela la Cámara elegida en 2015, compuesta por una mayoría de representantes críticos con el chavismo, e incluso, según los defensores del legado del expresidente Hugo Chávez, supone una traición y una ruptura sin vuelta atrás con los últimos 18 años.