GUATEMALA.-Una de las razones por las que no se debe dejar crecer las pandillas, acaba de demostrarse en la capital de Guatemala, nación centroamericana donde al igual que en El Salvador las maras o pandillas han crecido como la verdolaga. Un grupo de pandilleros pertenecientes a la Mara Salvatrucha ha irrumpido a tiros a la emergencia de un hospital donde había sido llevado uno de sus miembros a curar una herida y a sangre y fuego lo rescataron dejando siete muertos y 12 heridos a tiros.
Una versión del diario español El País describe lo ocurrido este miércoles: El desastre del Sistema Penitenciario guatemalteco quedó nuevamente en evidencia este miércoles, cuando un comando de la sanguinaria Mara Salvatrucha, una de las pandillas juveniles más violentas de las que se tenga memoria, rescató en un golpe de mano a uno de sus líderes identificado por las autoridades como Daniel Cabrera Cifuentes. Los asaltantes penetraron disparando a la emergencia del Hospital Roosevelt, el más grande de Guatemala, dejando tras de sí al menos siete muertos y doce heridos.
La rápida reacción de la policía permitió capturar en las inmediaciones del centro hospitalario a un comando de los atacantes integrado por cinco hombres, entre ellos un adolescente de 17 años apodado El niño, quien según fuentes policiacas fue quien dirigió el operativo. En el coche en el que se desplazaban, robado minutos antes a punta de pistola, fueron encontrados fusiles de asalto. Según el reporte oficial, El niño llevaba puesto un chaleco antibalas.
Pero en la confusión –el tiroteo provocó escenas de pánico entre quienes buscaban atención médica y personal del hospital–, otro grupo de pandilleroslogró escapar con Cabrera Cifuentes, quien ya fue declarado prófugo por las autoridades. El reo purgaba prisión desde 2013, convicto por asesinato y asesinato en grado de tentativa, entre otros delitos.
“Lo ocurrido solo se explica por la crisis del sistema penitenciario. La pérdida de control del Estado sobre las prisiones es cada día mayor. No tiene ni las capacidades técnicas ni financieras para revertir esta situación”, dijo a EL PAÍS el analista Edgar Celada, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac).
Para el experto, el fondo del problema es que el Sistema Penitenciario carece de un centro específico de atención médica para los reclusos. “Eso lleva a trasladarlos a centros hospitalarios donde se atiende a la población civil y donde no existen las necesarias condiciones de seguridad”. Añade que el origen está en que se filtra la información de los reos que serán trasladados para consultas médicas, lo que permite a sus cómplices preparar acciones para liberarlos o, cuando se trata de líderes de pandillas rivales, intentar asesinarlos, y recuerda que sólo en la actual administración ha habido dos acciones similares en el Hospital General, el segundo más importante del país.
Es algo difícil de explicar a los ciudadanos de un país con instituciones sólidas, donde hechos como los de hoy son sencillamente inimaginables”. comenta el analista del Ipnusac.