Es el doctor Gómez quien será enjuiciado por muerte del atracador que atacó su familia

REDACCIÓN.-La Justicia de cabeza. Los códigos vigentes favorecen y son ultra garantistas con los delincuentes y dejan a su suerte a sus víctimas. Al delincuente se le asigna abogado como Defensor Público y a quien atracó, baleó o apuñaló se le deja a su propia suerte, pagando sus propios abogados y además con la obligatoriedad de demostrar con pruebas «irrefutables» sus acusaciones contra el agresor. En esta oportunidad, un médico, quien además de profesional de la medicina es miembro reconocido de una iglesia evangélica, está siendo procesado por defenderse de un asaltante, que a mano armada fue a su casa a robar o a matar. Ahora, aunque resulta insólito, es el abogado quien anda huyendo con su familia por las amenazas de los defensores del asaltante que murió a manos de una multitud de la vecindad donde se cometía el asalto y hasta fue enviado a juicio de fondo para encarar acusación de homicidio.

DETALLES

Un breve reportaje del periodista Martín Adames, del Listín Diario, reseña este jueves que previo al conocimiento de la audiencia preliminar al doctor Julio Gómez, a quien se le acusa de dar muerte a un supuesto delincuente que lo había asaltado varias veces, incluso entrando a su casa a robarle, denuncia que él y su familia han estado viviendo a  escondidas ante las amenazas públicas que han recibido.

Albania Torres explicó que se han tenido que mudar dos veces, y que ponderan hacerlo nueva vez ante el temor de que los familiares del occiso tomen alguna represalia en contra de sus hijas.

En cuanto a la audiencia preliminar celebrada en la Sala de Audiencias del Palacio de Justicia de Santo Domingo Este, el doctor Gómez y su abogado esperan que les sea dictado un acto de no ha lugar, ante las insuficientes pruebas que dicen posee el Ministerio Público.

Se recuerda que el galeno se encuentra en libertad provisional, luego que el pasado mes de marzo le fuera variada la prisión preventiva en la que se encontraba, hasta obtener una sentencia definitiva emitida por un tribunal.