PUERTO PRÍNCIPE, Haití.-Todo apunta a que las violentas protestas no tenían por finalidad frenar los precios de los combustibles en esta empobrecida nación. Al parecer detrás se mueven otros actores ajenos a los sectores populares y a los reales intereses de los mas pobres. Pese a la decisión oficial de dar marcha atrás y dejar sin efecto los aumentos, grupos armados de civiles prácticamente se han apoderado de amplios sectores poblacionales y las noches sirven de escenario para una especie de tierra de nadie, según reportes desde esa nación divulgados por testigos que prefieren el anonimato.
DETALLES
Los despachos de prensa dan cuenta que la capital de Haití y otras localidades del país continúan este domingo siendo escenario de violentas protestas callejeras, a pesar de que el Gobierno suspendió el aumento de los combustibles y del llamado a la normalidad que formulara el presidente de la nación caribeña, Jovenel Moise.
La quema de neumáticos y el bloqueo de calles y avenidas continuó por tercer día seguido en Puerto Príncipe, mientras el aeropuerto capitalino Toussaint Louverture permanece cerrado, según comprobó Efe.
“He escuchado el mensaje claro, ustedes no están de acuerdo con la decisión sobre la subida de los precios (de los combustibles). Abandonamos la medida y llamo a todos a guardar la calma y regresar a sus casas”, dijo el mandatario en un mensaje difundido cerca de la medianoche de este sábado.
El jefe de Estado reveló que él quien pidió al primer ministro haitiano, Jack Guy Lafontant, a que dejara sin efecto el incremento en el precio de los carburantes que este anunció la tarde de ayer a través de su cuenta de Twitter.
“Le pedí al Gobierno que reconsiderara la decisión de eliminar los subsidios a los precios de los productos del petróleo. El primer ministro lo hizo. El precio del combustible sigue siendo lo que era antes en todo el territorio nacional. Ya no hay un aumento en los precios de la gasolina”, agregó Moise.
Sin embargo, las protestas y asaltos a comercios continuaban hoy, en una mezcla de manifestaciones y vandalismo imposible de controlar hasta ahora por la Policía Nacional, que también ha establecido barricadas en algunos sectores con el propósito de impedir que las violencia los alcance.
Manifestantes atacaron el sábado áreas de los hoteles Oasis, Best Western y Marriot y saquearon grandes almacenes del supermercado Eagles en la zona de Delmas, en el norte de la capital. Dos sucursales bancarias también fueron asaltadas.
La violencia estalló el viernes pasado cuando el Gobierno anunció que al día siguiente entraría en vigor un fuerte incremento en el precio de los combustibles.
Las autoridades dispusieran aumentos de un 49 % en el precio de la gasolina; de un 40 % en el gasóleo (diesel) y más de un 50 % en el queroseno, este último muy utilizado para alumbrar las casas haitianas de amplios sectores de escaso poder adquisitivo.
La subida en los carburantes forma parte del paquete de medidas que el Gobierno haitiano ha ido aplicando como parte de un programa de ajustes firmado en febrero pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el propósito de reducir el déficit presupuestario del país.