EL PAÍS.-Dos republicanos además del líder demócrata del Senado pidieron este domingo a Donald Trump que proporcione las supuestas grabaciones de sus conversaciones con James Comey, el ahora exdirector del FBI. El viernes, tres días después de despedirle con gran polémica por ser el encargado en investigar los posibles vínculos entre Rusia y su equipo, Trump sugirió en un tuit que tenía audio de una conversación entre ellos en la Casa Blanca para amenazarle con no filtrar información a la prensa.
Para el veterano republicano Lindsey Graham de Carolina del Sur esa amenaza es una línea roja. Graham afirmó durante una entrevista que la Casa Blanca debe aclarar las dudas sobre si efectivamente existen grabaciones. “No se puede jugar con estas cosas. Si hay grabaciones de sus conversaciones, tienen que ser entregadas”, declaró a NBC.
Mike Lee, senador republicano por el Estado de Utah, dijo a Fox que de existir audio entre Comey y Trump es “inevitable” que sean solicitados por citación judicial y la Casa Blanca deberá proporcionarlos. Lee también cuestionó la lógica de que un presidente grabe sus conversaciones.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, también insistió en la necesidad de que la Casa Blanca provea al Capitolio con las supuestas grabaciones y advirtió de que destruirlas es ilegal. Los demócratas, encabezados por él, también reclaman que se asigne a un fiscal especial para tomar los mandos de la investigación rusa al considerar que Trump nominará a alguien fiel a su poder para, quizás, entorpecer o bloquear la investigación.
Con el despido de Comey, el martes pasado, Trump abrió otra fisura más en su historial caótico como presidente. Tras dos días de mensajes contradictorios y confusión en cuanto a los motivos para deshacerse del líder del FBI, el presidente aseguró en una entrevista que él mismo decidió hace tiempo que le despediría. También afirmó que la razón principal era que “no estaba haciendo un buen trabajo”, y no la recomendación del fiscal general y su número dos, lo que alegaron los portavoces de la Casa Blanca.
La destitución, que dejó en shock a Washington, genera dudas sobre si el presidente temía que la investigación sobre los posibles lazos entre Rusia y el equipo de campaña de Trump, dirigida hasta ahora por Comey, pudiera amenazar su mandato. El viernes, en un tuit, el presidente redobló sus críticas al exdirector del FBI y le amenazó al escribir: “Espero que James Comey confíe en que no haya ‘cintas’ (de audio) de nuestras conversaciones antes de empezar a filtrar a la prensa”
Este sábado, el presidente aseguró a los medios que está cerca de nombrar al sucesor de Comey. A lo largo de ese día, el fiscal general, otro aliado de Trump, entrevistó hasta ocho candidatos para el puesto, según medios estadounidenses. Entre ellos está uno de sus asesores más cercanos durante la campaña, Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, y dos senadores republicanos.