REDACCIÓN.-Ell ministro de la Defensa de Venezuela le salió la «criada respondona» al presidente de Estados Unidos, Donaald Trump por advertir al gobierno venezolano que su país no descarta la opción militar para «restablecer la democracia» en la nación suramericana.
Donald Trump ha repartido amenazas de guerra a Corea del Norte, como respuesta a las constantes pruebas balísticas del régimen norcoreano y ahora incluye a Venezuela entre los posibles objetivos militares en cualquier momento. Tanto Corea del Norte como Venezuela se han mostrado desafiantes y también «han mostrado molleros» como reacción a las advertencias de Trump
PADRINO LÓPEZ
Según el diario español El País, medio declaradamente adverso al gobierno de Nicolás Maduro, el ministro de Defensa venezolano se refirió en la noche del viernes a las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien no descartó una operación militar en Venezuela. «Esto es un acto de locura, de supremo extremismo. Hay una élite extremista que gobierna Estados Unidos. No sé qué va a pasar en el mundo, si es que se va a acabar con la humanidad, con el planeta tierra y sus recursos naturales. Con las actuaciones de este gobierno extremista, de estas élites económicas no sabremos cuál va a ser el paradero del mundo en los próximos años. Como soldado junto a las fuerzas armadas estaremos en primera fila defendiendo los intereses y la soberanía de Venezuela».
Fue un día especialmente movido con Estados Unidos. El jueves el presidente venezolano Nicolás Maduro había anunciado que intentaría comunicarse por teléfono con su homólogo norteamericano en un esfuerzo para recomponer las deterioradas relaciones bilaterales. La Casa Blanca confirmó la gestión e informó en un comunicado que Trump decidió plantar a Maduro porque no permite elecciones libres, se ha negado a liberar a los prisioneros políticos y viola los derechos humanos de sus opositores. «El presidente Trump conversará con el líder de Venezuela una vez que la democracia sea restaurada en ese país».
El titular castrense anunció, en la misma intervención, la captura de los dos oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana que el domingo comandaron el asalto al Fuerte Paramacay de Valencia, en el centro del país, y sustrajeron 93 fusiles AK 103, de fabricación rusa, y cuatro lanzagranadas M6L.
Las primeras informaciones indican que el excapitán de la Guardia Nacional Bolivariana Juan Carlos Caguaripano Scott y el primer teniente Yefferson García Dos Ramos fueron interceptados dentro un vehículo por la policía del municipio Sucre, en el este de la capital venezolana, en una alcabala (puesto policial). «Trataron de fugarse, se originó una persecución y luego fueron detenidos con un arma y cédulas de identidad falsas», explicó en una rueda de prensa Manuel Furelos, director de la institución.
«Esta captura ha sido un duro golpe al terrorismo fascista que ha puesto en práctica la derecha venezolana en los últimos meses», tuiteó Padrino, cuando se confirmó que los ocupantes eran los asaltantes de la Brigada Blindada. «Quien traicione a la patria y haga armas contra la FANB (fuerzas armadas) y al pueblo recibirá un castigo ejemplarizante», agregó.
El portal local Efecto Cocuyo, citando fuentes policiales, aseguró que nueve de los atacantes de la fortaleza militar estaban escondidos en la residencia de un dirigente político en una urbanización del este de Caracas. Salvo los dos responsables de la operación del domingo, el grupo logró escapar. «Estamos buscando a esos terroristas, hemos recuperado parte del arsenal y en las próximas horas lo recuperaremos todo», dijo después Padrino en una conversación telefónica con la cadena de televisión del Estado Venezolana de Televisión.
El domingo en la madrugada unos veinte hombres, comandados por Caguaripano, tomaron parte de las armas de la instalación con mayor poder de fuego en el país. Las fuerzas leales a Maduro repelieron el ataque, que dejó un muerto y un herido. El presidente venezolano ha asegurado que ese ataque fue planificado y financiado por Estados Unidos.