Se acerca la hora de la verdad en USA

TRINCHERA DIGITAL.-En «la curvita de la Paraguay», a cuatro días de las elecciones en Estados Unidos y en medio de un repunte de contagios del coronavirus, el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden cortejaron este viernes votantes en el Medio Oeste, una región que impulsó el triunfo republicano en 2016 y donde podría definirse quién «se terciará la ñoña» en unas elecciones que apuntan a ser masivas y entusiastas como lo demuestra la gran cantidad de electores que ha optado por el voto adelantado, presencial, por Internet y por correo.

DETALLES

El actual mandatario va detrás del exvicepresidente de Barack Obama por unos 8 puntos en el promedio de encuestas nacionales, pero la victoria del martes se juega en un puñado de estados donde la brecha es mucho menor.

Ambos visitaron varios de ellos, todos considerados “zonas rojas” de covid-19 por la célula de crisis de la Casa Blanca, el mismo día en que Estados Unidos, que llora más de 228.000 muertos por el coronavirus y es el país más afectado del mundo por la pandemia, superó los 9 millones de contagios.

Al recorrer Minnesota y Wisconsin, con escalas también de Trump en Michigan y de Biden en Iowa, las diferencias de estilos entre los dos aspirantes a dirigir la primera potencia mundial no podían ser más evidentes.

Trump, aparentemente ajeno al avance del virus, que rompió marcas en el número de nuevos contagios esta semana, sigue minimizando los peligros de la enfermedad.

“Si se lo agarran, se mejorarán y entonces quedarán inmunes”, aseguró Trump, de 74 años, cerca de Detroit, en uno de sus multitudinarios mitines en los que muchos están sin tapabocas.

“Solo queremos volver a la normalidad”, agregó.

Aunque algunos datos económicos han mejorado en Estados Unidos, incluida una expansión récord del PIB del tercer trimestre anunciada el jueves, Wall Street cerró el viernes su peor semana y su peor mes desde marzo, una mala noticia para Trump que apuesta a la fortaleza económica de su gobierno para seducir votantes.

Biden, en tanto, arreció las críticas al mandatario.

En Des Moines, en su primera visita a Iowa desde las primarias demócratas de febrero de 2019, cuando terminó cuarto, insistió en que Trump “ondeó la bandera blanca” con el covid-19.

También lo cuestionó luego por querer desmantelar los beneficios médicos del gobierno de Obama, por no revelar sus declaraciones de impuestos, por eludir el cambio climático, por su política comercial con China.

“No podemos permitirnos cuatro años más de Donald Trump”, dijo Biden en Saint Paul, en otro evento “de vehículos”, el estilo de encuentro político que el demócrata de 77 años adoptó para prevenir la propagación del virus.

– “Nada por sentado” –

Biden busca recuperar Iowa, Michigan y Wisconsin, que Trump le arrebató a los demócratas hace cuatro años. Y quiere asegurarse de retener Minnesota, que no ha votado por un republicano desde 1972, pero donde Trump, que le pisó a los talones a Hillary Clinton en 2016, espera ganar.

“No doy nada por sentado”, dijo, en contraste con Clinton, quien ignoró estados que habían votado a los demócratas durante décadas, como Wisconsin, donde no hizo campaña.

Las encuestas muestran a Biden liderando la intención de voto cómodo en Michigan, Minnesota y Wisconsin, pero por apenas 1,3 puntos en Iowa.

Sara Riley, una abogada de 61 años que estaba en el acto en Des Moines, dijo no tener certeza de un triunfo de Biden en Iowa. “No apostaría dinero”, señaló, aunque sí auguró que llegará a la Casa Blanca.

Como Trump y como Biden, un número récord de 86 millones de estadounidenses ya sufragó anticipadamente por correo o en persona antes de la jornada electoral del 3 de noviembre.

– ¿Texas del rojo al azul? –

La contienda electoral también se vivió en el suroeste del país el viernes, con recorridos del vicepresidente Mike Pence en Arizona, y de la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, en Texas, otros dos estados clave.

Texas, un bastión tradicionalmente conservador y un preciado trofeo que aporta 38 de los 270 votos necesarios para ganar la elección en el Colegio Electoral, podría dar la sorpresa virando del rojo republicano al azul demócrata, algo que no ocurre desde el triunfo de Jimmy Carter en 1976.

Nueve millones de residentes ya votaron en Texas, lo cual supera el total de votos de toda la elección en 2016 en ese estado.

Pero Trump no pareció preocupado. “En Texas vamos muy bien”, dijo.

Según el promedio de encuestas de RealClearPolitics, Trump gana por solo 2,3 puntos en Texas y la carrera está empatada en Arizona.

El sábado, Biden volverá al Medio Oeste con Obama, para su primera aparición en persona en este tramo de la campaña con quien fue su mano derecha durante ocho años. El cantante Stevie Wonder será un invitado especial.

En una recta final intensa, Trump y Biden están centrando sus mayores esfuerzos en los campos de batalla que decidirán las elecciones, como Florida, donde ambos hicieron campaña el jueves, y Pensilvania, objetivo de Trump el sábado y de Biden el domingo y el lunes.